miércoles, 3 de diciembre de 2014

Carta a Juan Martin (III)

Vamos, aceptalo de una vez. Vos y yo lo sabemos, querés verme. La diferencia entre vos y yo es que yo acepto y admito. Yo sé que te amo, no me molesta decirlo, que lo sepas vos y todos los que me rodean. También admito que vivo stalkeandote y que quiero que nos veamos. Sé que a pesar de lo que te amo, como te dije antes, puedo vivir sin vos. Por que te es tan difícil aceptar todas esas cosas? Quien te juzga además de vos mismo? Ya seria tiempo de que empezaras a reconocer quien sos y que te pasa. Te extraño. Hoy pensé que puede que te ame a propósito. No se si se puede en realidad, pero lo cierto es que no me molesta para nada amarte. De hecho me gusta. Me encanta saber que puedo amar a alguien aun conociendo todos sus defectos y todas las fallas que hay en nuestra relación. Amarlo y no desearlo enfermizamente. O tal vez si, enfermizamente pero sin lastimar a nadie. Te deseo, pero soy capaz de dejarte libre. Creo. Te estoy dejando libre verdad? O el simple hecho de hablarte te encadena a la idea de que sigo viviendo en el mismo mundo que vos? Ya no sé. Tal vez no quiera darte la libertad de darme por muerta. Tal vez me lastima pensar que ya no soy ni un lindo recuerdo para vos. Que no voy a volver a ser ni siquiera un quizás.