Una raya más al tigre

Hace tanto que no me dura la felicidad que estoy empezando a pensar que perdí la capacidad de ser feliz. No era feliz cuando te tenía, creo que te perdí cuando deje de confiar en vos. O cuando me viste por primera vez. Creo que desde ese día no pude recuperarte nunca más. Ni a vos, ni a mi felicidad. Simplemente se fue sin avisar y todo empezó a salir mal. Dejando ese sinsabor y esa sensación de que algo faltaba pero que lo podíamos volver a encontrar, o a reconstruir. Perder la felicidad (y cuando hablo de felicidad, hablo de la verdadera... Vos sabes cuál. Esa que se parece tanto a cuando me acuesto en tu pecho) nos dio esperanzas y nos enseño a luchar. Somos luchadores. Aunque no sabemos bien por qué luchamos ni contra quién. A veces luchamos entre nosotros y nos culpamos el uno al otro por eso que nos falta para ser completamente felices. Otras con nosotros mismos. A veces luchamos contra el mundo por disentir con su idea de que no vamos a lograrlo, o de que no la merecemos.
Entre lucha y lucha hay ciertos momentos muy parecidos a la felicidad. A la de los dieciséis. Pero y si... Eso que se perdió no puede ser recuperado? Y si la felicidad no está con vos? Y si yo no puedo volver a hacerte feliz? Vale la pena todo esto si no puedo hacerte feliz? Me da tanto miedo lastimarte otra vez. Si, también tengo miedo de salir lastimada pero... Es casi como si viviera lastimada. Qué le hace una raya mas al tigre? Sólo... Tengo tanto miedo de todo.