Volví a llorar y no sé si es mi culpa o si simplemente sucedió. Y con llorar me refiero al hábito y al estado mental. Me deshice de nuestras cosas, sólo guarde esas dos cartas. Y lloro. Pienso en él y lloro. Veo lo feliz que es con otra y lloro. Porque me hace bien que por fin vuelva a sonreír genuinamente. Pero no es gracias a mí. Porque a él no le importa lo que le pasa conmigo, sólo lo que quiere que no le pase. Y yo al contrario de lo que se pensaría, no escucho lo que quisiera que me pasara, porque sé que no tiene caso, lo que me pasa, me pasa y ya, lo quiera o no lo quiera.
Hoy describí mi día perfecto. No puedo transcribirlo porque lo borre pero era más o menos así: "Despertarme a eso de las diez. Empezar el día con un buen desayuno, algo como un capuchino de vainilla con almendras y un tostado de jamon y queso. Ir a entrenar y después de eso, ir al parque con mis amigos. Que ellos hagan musica mientras yo dormito en las piernas de alguno de ellos. Merendar leche de frutilla con vainillas. Mas tarde cocinar algo rico y terminar el dia viendo pelis". Mi día perfecto apesta a Santiago. Otra persona que no tengo. Lloro por alguien que ya no me ama y que no quiere volver a hacerlo y sueño con otra que nunca lo hizo y ni se propone hacerlo algún día. Que bien estas belén.
Necesito a mi psicologa
miércoles, 1 de abril de 2015
Llorar otra vez
Publicado por Belu.M a las 3:12
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