viernes, 23 de octubre de 2015

Lo que pasó mientras no prestaba atención

¿Cómo decirte esto sin que suene como una despedida? Porque realmente no creo ni siento que lo sea.
El sábado nos vimos. Dormimos juntos después de tanto tiempo y se sintió natural. Obvio, sos tan parte de mí que a veces me cuesta distinguir que no sos más mi realidad. Me refiero a que cuando estábamos acostados en la cama mirando ink máster, o jugando a la play, o cenando... En ningún momento se me pasó por la cabeza pensar lo loco de todo eso. Dos personas que no se veían hace 10 meses, que tienen toda una relación por detrás se juntan y la pasan bien como si nada. Sin pensar en consecuencias, sin pensar en causas o razones. Sin pensar. Y vos sabés lo difícil que es para mí no pensar. Sin embargo me salió así, no sabría explicar cómo ni por qué.
A pesar de todo esto, vos lo sabés, no hace falta que te lo diga. Y sabés que yo sé. Lo perdimos, mi amor
(Ya te expliqué, te digo mi amor porque así te dije siempre y no voy a cambiarlo ahora). Dimos tantas vueltas que debió habersenos caído por el camino. Nos besamos y tuvimos sexo. Pero nada más. Me encantó, no voy a decir que no. Pero no hubo magia. Ese no se qué característico de nuestros reencuentros. Esa duda de si me ibas a besar o no. Ese pensamiento latente de saber que eso era lo que quería para toda la vida cuando finalmente sí lo hacías. Las ganas de que no te fueras, de que no terminara nunca, de atrasar todos mis planes para quedarme cinco minutos más con vos.
Te amo, pero inesperadamente me desenamoré de vos. Y eso me lleva a una extraña y contradictoria sensación que mezcla una especie de nostalgia o vacío con la libertad de por fin haber escapado (sin darme cuenta) del círculo vicioso.
Así que sí, un poco me despido. No de vos, que ya sos parte de mi, lo quiera o no. Me despido del coqueteo con el peligro de volver con vos. Pero quién sabe? Tal vez este sea otro "hasta luego" disfrazado.