lunes, 11 de noviembre de 2013

No sabés

Hola ¿cómo estás? Hace rato que no hablamos, que no sé nada de vos. Mentira, porque de vez en cuando entro a espiarte y a sacar mis propias conclusiones, una dosis necesaria de mi ya muy conocido masoquismo. Sé que no sabés cuánto te extraño. Sé que no sabés que aún hoy lloro por vos. Que ayer, parada sobre esa alfombra roja, viendo la imponente arquitectura de ese lugar y esa vieja lona cubriendo a nuestro (tal vez más tuyo que mío, pero me incluyo en la posesión porque a mí me dio tantas satisfacciones como a vos) hermoso piano de cola, no deseé otra cosa en el mundo más que volver el tiempo atrás y bailar al son de tus melodías. O quedarme viendote, o abrazarte por detrás, o cantar en silencio para que supieras que estaba cantando pero que no escucharas lo suficiente para notar lo desafinada que estaba. No sabés que ayer, al leer los múltiples "yo más" por las paredes con tu firma, no pude reprimir una sonrisa y por poco tampoco las lágrimas. No tenés idea de que ayer pensé en vos mucho más de lo que pensé en la persona con la que estaba compartiendo el momento. Ni te imaginás que cuando me quiso besar, tu presencia me ayudó a decirle que no. Sabés que él me decía que soy una pendeja? que no sé lo que quiero? "Sí sé lo que quiero, pero lo que quiero es imposible" le respondí y cuando me preguntó qué era lo que quería tardé en darme cuenta de que él estaba hablando de sí mismo y que yo estaba hablando de vos.
Las cosas están a punto de cambiar, dijiste. Y sólo se me viene una imagen a la cabeza. ¿qué puedo hacer si sólo soy un fantasma? Nada va a cambiar, te equivocás. Sólo vas a descubrir que el sexo sin amor te satisface pero no te llena. Vas a darte cuenta de cuáles fueron las veces que más sentimiento le pusimos al sexo y vas a añorar eso con todas tus fuerzas. Vas a notar que es casi tan adictivo como el otro, por eso la gente se los confunde a veces. Vas a pensar en mí cuando lo hagas, perdón por eso, espero que de todas formas puedas concretarlo. Y vas a pensar en mí cuando termines, cuando la abraces, cuando ella apoye su cabeza en tu pecho. Lo vas a hacer con ella, pero en realidad vas a estar haciéndolo conmigo, con ese fantasma de mí que te sigue a todas partes. Así va a ser a partir de ahora, hasta que dejes de pensar en mí. Hasta que dejes de pensar por completo y sólo actúes a la par de tus hormonas.
Te quiero, te extraño, te amo, te deseo lo mejor.