miércoles, 20 de noviembre de 2013

Dos clavos

Siempre pensé que un clavo saca otro clavo. Porque me parecía loco, porque lo he visto y, finalmente, porque lo viví cuando Juanma sacó por completo de mi cabeza a Ary. Habían pasado ya dos años desde lo de Ary, pero como todavía no había sentido nada fuerte por nadie, seguía revoloteando por mi cabeza y apareciendo en mis sueños. Aún hoy me fascina pensar en cómo se esfumó tan rápidamente cuando me enamoré de Juanma. Hoy ando buscando a mi clavo que me saque a Juanma del corazón y, lamentablemente, sé que va a tener que ser un clavo bastante potente porque lo que siento por Juanma sigue a flor de piel.

Justo cuando creía que iba a volverme loca otra vez apareció ella. Y creo que el hecho de que sea una ella no es lo más extraño de todo esto. En este momento creo que no entiendo nada de lo que está pasando, pero esta confusión es un anestésico bastante bueno. Ella me odiaba, yo la odiaba. De repente empecé a caerle bien, ella igual a mí. Cuando me acerqué a su círculo volví a caerle mal, aunque ella a mí me seguía cayendo bien. Poco a poco (y sospecho que gracias a Lucas) se fue ablandando y fue integrándome a su mundo. Nos caímos bien. Ella me encantó. Ella me encanta. Me habla y tiemblo, me manda un mensaje y salto de la felicidad, la veo y no puedo dejar de mirarla. Estoy idiota. Hola mundo, me gusta una mujer. Y qué mujer. Es hermosa por donde quieras mirarla, y ella no lo sabe. También es un poco tonta, hay que decirlo. Tiene esa mezcla de baja autoestima y soberbia que me encanta. Es muy inteligente, en todo lo que no tenga que ver con ella misma, claro. Es viva, rápida, si te quiere destrozar te destroza en dos segundos. Siempre me gusta la gente peligrosa, qué boluda. Es divertida y graciosa, me encanta reír con ella.
Obviamente no me olvidé de Juanma, está demasiado profundo como para ser sacado así nomás. Pero algo es algo. Él tiene a su Mashy como anestesia, yo la tengo a ella. Aunque presiento que las cosas no van a salir bien, este estado de estupidez llega hasta a gustarme. Al menos no duele. Y es entretenido.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Yyyyyy llegué a la conclusión de que me patina el coco. Fuera de joda y sin exagerar, ya van dos semanas en las que sueño todas las noches (TODAS) que vuelvo a buscarte. Al principio te soñaba siempre con Malena, como mi ex que está con otra flaca. Pero ahora te sueño como mi ex, que está con otra flaca, pero que quiero recuperar. Ya no sé qué me pasa... debería ir a un psicólogo, en serio nada de esto está bien. Pienso todo el día en vos... hice una regresión impresionante, no entiendo qué pasó. Me estoy volviendo loca. Para colmo ya no puedo hablar de vos con nadie, es irritante para el mundo. Bueno loco, estoy enamorada de mi ex y me está carcomiendo el coco, necesito sacarlo por algún lugar, que alguien me escuche y me abofetee. Mi parte racional dice que estoy haciendo esto para complicarme la existencia, porque me aburre mi vida. No sabés lo aburrida que es mi vida sin vos. Jugué un rato con algunas personas, pero me aburren en seguida, no sirven ni para mantenerme entretenida. Inventé que me gustan los "casi" para tener una excusa para abandonar el juego antes de que pase nada. Aunque a decir verdad, no es del todo un invento, es más divertido todo el juego previo, después las cosas se ponen serias o aburridas, por eso es mejor abandonar antes.
Quiero que vuelvas, pero por otro lado, mejor quedate donde estás. Presiento que no te haría nada bien y SÉ que a mí no me haría nada bien que volvieras. Ya está, listo, ni tendría que considerar el volver a encontrarnos. Me encantaría, pero no. El azar hará lo suyo o no lo hará, y sea lo que sea lo que toque va a estar bien. No puedo querer arruinar todo sólo por el hecho de sentirme sola y aburrida. Qué sola estoy... Bah, qué sola me siento. Es gracioso porque cuando me siento así, en estos días en los que me siento más sola que nunca, te entiendo mucho más. Entiendo que vos también te sentías solo y que ella, al ser igual a vos, calmaba esa soledad. Y que yo, por el contrario, al ser tan diferente, la avivaba. Que conmigo no había otra cosa que más y más de esa maldita soledad.

lunes, 11 de noviembre de 2013

13/11/10

El domingo ella le dijo Siento que algo malo se está formando y que cuando pase me voy a decir a mí misma "cómo no me di cuenta!?". Él respondió Seguro estas exagerando, para el lunes se te va a ir. El lunes su sensación se esfumó al verlo. Una sensación sin fundamento, pensó. ¿Qué podía ir mal? Su vida era perfecta. Su hombre, ideal. Vivía en una utopía, una fantasía con chicos malos y príncipes azules. Claro que en los cuentos de hadas los chicos malos siempre perdían. Ella había crecido con esas historias, le resultaba difícil creer que algo podía salir mal. Soon or later you'll be able to get me out in person... lo estaba esperando, realmente lo deseaba. ¿Pero qué pasaba con ella? ¿No sabía que él era una persona peligrosa? Claro que sí. Pobre imbécil, le gustaba la adrenalina, se creía intocable. Creía que su príncipe azul acudiría en su ayuda si el chico malo quería apoderarse de su mente. No pensó en el hecho de que príncipe y villano eran una misma persona. ¿O sí lo hizo? ¿Fue tan idiota de pensar que podría soportar los trucos de aquel jóven? ¿Pensó que él se abstendría de jugar con ella si tenía la oportunidad? Ja! Qué ilusa fue.
Se dejó impresionar por un jueves que describía a la perfección su vida impecable. Irradiaba felicidad. Casi quería cortarse las alas para nunca escapar de allí, quedarse con su hombre para siempre. Cada una de las palabras que había dicho, ella las creyó, las hizo su objetivo, las pensó cada vez más cercanas. Ay de mi! Ese ángel era todavía muy jóven, se notaba su falta de experiencia. Se había dejado lastimar. Cómo le dolía el pecho. Ese anillo la quemaba. ¿Por qué amaba tanto a la causa de su dolor? ¿Por qué lo necesitaba tanto para seguir viviendo? Él se había convertido en su ángel. También en su demonio. Y cuánto lo amaba... Día y noche pensaba en él. Ella vivía para él.

No sabés

Hola ¿cómo estás? Hace rato que no hablamos, que no sé nada de vos. Mentira, porque de vez en cuando entro a espiarte y a sacar mis propias conclusiones, una dosis necesaria de mi ya muy conocido masoquismo. Sé que no sabés cuánto te extraño. Sé que no sabés que aún hoy lloro por vos. Que ayer, parada sobre esa alfombra roja, viendo la imponente arquitectura de ese lugar y esa vieja lona cubriendo a nuestro (tal vez más tuyo que mío, pero me incluyo en la posesión porque a mí me dio tantas satisfacciones como a vos) hermoso piano de cola, no deseé otra cosa en el mundo más que volver el tiempo atrás y bailar al son de tus melodías. O quedarme viendote, o abrazarte por detrás, o cantar en silencio para que supieras que estaba cantando pero que no escucharas lo suficiente para notar lo desafinada que estaba. No sabés que ayer, al leer los múltiples "yo más" por las paredes con tu firma, no pude reprimir una sonrisa y por poco tampoco las lágrimas. No tenés idea de que ayer pensé en vos mucho más de lo que pensé en la persona con la que estaba compartiendo el momento. Ni te imaginás que cuando me quiso besar, tu presencia me ayudó a decirle que no. Sabés que él me decía que soy una pendeja? que no sé lo que quiero? "Sí sé lo que quiero, pero lo que quiero es imposible" le respondí y cuando me preguntó qué era lo que quería tardé en darme cuenta de que él estaba hablando de sí mismo y que yo estaba hablando de vos.
Las cosas están a punto de cambiar, dijiste. Y sólo se me viene una imagen a la cabeza. ¿qué puedo hacer si sólo soy un fantasma? Nada va a cambiar, te equivocás. Sólo vas a descubrir que el sexo sin amor te satisface pero no te llena. Vas a darte cuenta de cuáles fueron las veces que más sentimiento le pusimos al sexo y vas a añorar eso con todas tus fuerzas. Vas a notar que es casi tan adictivo como el otro, por eso la gente se los confunde a veces. Vas a pensar en mí cuando lo hagas, perdón por eso, espero que de todas formas puedas concretarlo. Y vas a pensar en mí cuando termines, cuando la abraces, cuando ella apoye su cabeza en tu pecho. Lo vas a hacer con ella, pero en realidad vas a estar haciéndolo conmigo, con ese fantasma de mí que te sigue a todas partes. Así va a ser a partir de ahora, hasta que dejes de pensar en mí. Hasta que dejes de pensar por completo y sólo actúes a la par de tus hormonas.
Te quiero, te extraño, te amo, te deseo lo mejor.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Cuidado, frágil

Muchas veces dije que estoy rota y que, por esa razón, no puedo romperme más. Es gracioso porque tal vez, si no fuera por mi estupidez, esto sería cierto. Pero la verdad es que vivo recomponiéndome, y cuando parece que voy bien, plaf! cometo alguna idiotez que me deja tumbada y en pedacitos nuevamente. No, no vivo rota, me rompo de vez en cuando y siempre por las mismas razones. No sabía que se podía llorar tantas veces por una misma causa, es increíble lo que puede durar la angustia. Cuando me dijiste que ella se había quedado a dormir en tu casa... pensé que no podía haber algo peor. Pensé que ese era el fondo y que ya no podría volver de eso. Pero claro... mis ganas insensatas de seguir adelante me forzaron a dejarlo a un costado y continuar mi vida como un zombie. Poco a poco fui reconstruyendo mi ser, me hice un amigo que fue fundamental en este proceso y también en el proceso de aceptar que, sí, estoy mal, sí, te extraño, sí, es difícil, pero también tengo otras cosas que me hacen bien y por las que sonrío todos los días. Gracias a Iván hoy pude llorar todo lo que lloré y sin embargo ir a dormir con una sonrisa en mi cara. Hoy los vi acostados en tu cama sonriéndome y voy a decirte que fue mucho peor que imaginarlos. Se me cayó el mundo abajo en dos segundos, me asusté porque creí que me había roto otra vez. Y tal vez lo hice... había pasado mucho tiempo desde la última vez que mis lágrimas habían fluído tan continuas y tan caudalosas. Fue una mezcla tan extraña de felicidad y dolor. Como si hubiera estado pidiendo a gritos que me mataran y alguien me hubiera clavado una flecha directo en el corazón. El alivio de verte feliz me inundó pero el dolor de no poder ser tuya nunca más arrasó con todo. Y no dejó nada por un rato... por unos minutos fui sólo angustia. Una angustia corporalizada que no encontraba parate. Y de vuelta apareció Ivi para socorrerme. Gracias Iván... Gracias por cuidar de mi frágil persona.