Me hice cargo de tu luz y se me apagó. ¿Cómo podría juzgarte por dejar de elegirme?
Si puedo. Me hice cargo de tu luz y me quemé con ella. ¿Quién podría juzgarme por alejarme de ese fuego?
Y sigo dándole vueltas al asunto. Porque todavía no me deja dormir. Porque aún hoy sigo soñando. Mi primer pensamiento de la mañana se me escapa. Y se suponía que debía ser mio. O al menos no tuyo.
viernes, 27 de marzo de 2015
I lost it
Publicado por Belu.M a las 12:49 0 susurros
miércoles, 18 de marzo de 2015
I like who I am when I'm with you :)
Maybe she couldn't help it. She send it. He read it. She regretted. Not her feelings, not at all. She couldn't stand herself when she had that strange need of telling things. She bet he would have preferred not knowing. But it was too late. She only could wait nothing to change between them. He was her bridge to her freedom and creativity and she didn't want to lose that all for a stupid romance that would get to nowhere. Whether she liked him or not, it shouldn't have mattered. It was completely irrelevant. He already knew she liked him, why on earth would he want to know how much? She needed to get it real. If she didn't tell someone the way she was feeling, it wouldn't have been quite tangible. And how do you solve a problem that doesn't entirely exist?
He would run away and she knew it.
She was already upset.
Publicado por Belu.M a las 17:34 0 susurros
lunes, 16 de marzo de 2015
Fugaz
Escribir como corriendo. Escribir como a punto de dormirte, sin saber qué viene pero ya está ahí, en tu mente, en el papel, en tus dedos, en los ojos del que te lee. Como ese día en el parque, cuando corriste sin saber a dónde, porqué ni para qué. Como si todo estuviera dicho ya y sólo tuvieras que recordarlo. Escribir en el presente como si desde el futuro hablaras del pasado, porque en definitiva es algo así. Como un baile, no? Una improvisación de tus manos, que se deslizan por el teclado, o con la pluma ¿quién sabe? describiendo una coreografía, una sinfonía o una obra de teatro. Siendo vos en el estado más puro y también haciendo mitosis. Mitosis, sí. Ese texto, ese baile, esa canción que sale de la carrera hacia la nada toma forma y crece por sí sola, es parte de vos y no. Vos la creaste y no. Se crea a sí misma y se retroalimenta. Está unida a vos por ese cordón umbilical, pero es hermosa y raramente independiente. Como el arte. Corre por tu psiquis y se tropieza con toda la basura que tenés ahí adentro. Como una bola de nieve que cae por una montaña. No es sólo nieve, no es puro. Pero crece y rueda tan rápido que el mundo lo ve blanco y encandila. Da miedo, engaña. Si parara, todos podrían ver las imperfecciones, las ramas, la tierra, la suciedad. Pero no, sigue corriendo. Por momentos la pendiente es menos pronunciada y se puede ver un atisbo de marrón, verde, o cualquier otro color. Ahí es cuando el artista se traiciona a sí mismo y deja ver algunas cosas que no planeaba dejar salir. En ese momentos es cuando el público se conecta con el creador a través de su obra y se deja emocionar. O no. Pero la conexión existe y es bonita. En ese pie, en esa mirada o adjetivo. ¿Por qué dijo bonita? ¿Por qué no hermosa, bella, linda? ¿Por qué rozó su pecho y cerró su mano en él? Y el artista lo nota, pero lo deja ir, ya no puede retroceder. De a poco la pendiente va desapareciendo, el corredor pierde el aliento y la creación se completa. No importa si trascenderá, si es una genialidad o si va a ser recordada. Lo que importa es que fue único. Y en ningún momento pudo haber nacido o nacerá nada igual. Es lo que es por el momento en el que fue. El artista ya no es el mismo que era antes de la improvisación, ya comienza a prepararse para crear algo más.
Publicado por Belu.M a las 1:53 0 susurros
miércoles, 4 de marzo de 2015
Nothing new? Look again
Publicado por Belu.M a las 3:01 0 susurros
martes, 3 de marzo de 2015
Son las cuatro y media, cualquiera
Yo nunca me perdí. Tal vez nunca terminé de entender la idea de no poder vivir sin. Tal vez nunca me faltó lo suficiente para entenderla. O tal vez nunca necesité lo que perdí. Es que en esos momentos de pérdida, lamentablemente (o por suerte) quedaba ese alguien que no se iba aunque quisiera. A veces me dejaba ir, pero siempre volví. Cuando él no estaba, cuando ella no me veía, cuando él no me hablaba, cuando yo no existía. Me escapaba de mi cuerpo para no sentir dolor y lo que quedaba de mí era una mala imitación de persona que sólo sabia temblar y llorar. Pero eso es lo más cercano a la muerte que pude llegar. Nunca me perdí de verdad. Cuando estaba enamorada pensaba que morir por otra persona o por la falta de ella era algo básico del amor. O una especie de medición de él. "Yo moriría si no te tuviera" "Ah si? Yo moriría si no existieras". Y así. Una especie de competencia absurda por ver quién quería más al otro que a sí mismo. Tal vez siempre me amé. Quizás no supe querer por sobre mí. Tal vez sólo supe amarme a mí, aunque no lo hiciera muy bien, aunque no supiera cuidarme. Por ahí por eso no pude cuidar de nadie más, si ni siquiera podía cuidar de mí misma.
Ahora que no me corresponde cuidar de nadie más que de mí misma, me sale querer cuidar de esos que ya no necesitan ni quieren mi cuidado. Es una nueva forma de sentirme sola, pero como siempre, yo no puedo abandonarme.
Publicado por Belu.M a las 4:24 0 susurros