Valencia se sentó por fin a descansar luego de un arduo día de trabajo. Se secó la frente con una toalla pequeña y suspiró. Su trabajo demandaba de sí misma tal vez el doble o el triple que un trabajo normal, y por esa razón también era altamente remunerado. Se tomó un minuto y medio para mirar a la pared y dejar que los mecanismos fisiológicos de su cuerpo le devolvieran su temperatura basal. El timbre interrumpió su paz y activó su voz de secretaria. "Si? Abro? Chau! Nos vemos gordito!" dijo por el teléfono apretando el botón que abría la puerta del edificio. Luego de colgar se dispuso a limpiar todo el departamento para dejarlo listo para el lunes, ya tenía agendado un paciente a primera hora y no quería perder tiempo. Puso todas las toallas a lavar, fregó los pisos y cambió los cubre camillas por unos limpios. Todo le tomó veinte minutos, los cuales sólo fueron interrumpidos para contestarle los mensajes a su hijo mayor que le preguntaba a qué hora llegaba a su casa para ir haciendo la comida para ella y sus hermanos. Desde que sus hijos habían vuelto a vivir con ella su relación había mejorado con creces. Lo cierto es que el tiempo que vivieron en la casa del padre les sirvió para darse cuenta de cuánto les hacía falta su mamá y lo poco que la habían valorado al decidir dejarla.
viernes, 4 de marzo de 2016
Vale
- Voy a escribir mis aspiraciones y metas con respecto a este trabajo, pero prométanme que no lo van a abrir hasta que yo no me vaya. Y si no me voy nunca es porque nunca cumplí mis objetivos. - Terminó de decir y comenzó a manchar la hoja de azul. La joven estaba llena de vitalidad y siempre tenía nuevas ideas para mejorar o reinventar la labor que allí realizaba. Cuando la hoja estuvo escrita casi por completo la dobló en tres y la metió en un sobre. - Esto va para vos, Mauro, si lo abrís lo voy a saber, así que no lo intentes.
Pero Mauro también se había olvidado del sobre y había quedado sellado hasta ese momento. Estuvo a punto de tirarlo a la basura pero la curiosidad pudo más que ella misma y lo abrió. La letra que llenaba los renglones era tan desprolija como la que titulaba el sobre, pero luego de un par de oraciones se acostumbró a ella y pudo leer con más fluidez.
"Lunes 28 de Marzo del año 2016, Buenos Aires, Argentina
Hola Valen ¿Cómo estás? Si todo salió como yo esperaba, probablemente bien, o incluso mejor que eso. Gracias por no quemar esto y tener un gramo de curiosidad. Respondiendo a tu pregunta, no, no vas a encontrar mis aspiraciones u objetivos con respecto al trabajo en esta hoja de papel. De todas maneras te invito a que sigas leyendo, te prometo una lectura cuanto menos interesante.
El asunto es el siguiente, no lo soporto más. La situación es insostenible, pensé que iba a poder pero realmente es más fuerte que yo. No puedo seguir viéndote al lado de Mauro. No, no es una revelación de amor, tranquila. No me gusta ninguno de los dos, de hecho, él debe ser una de mis personas menos favoritas en el mundo. Vos, por otro lado, me caés bien y sé que sos una mina de fierro. Por eso voy a arriesgar nuestro vínculo (de posible futura amistad) y mi trabajo para hacer lo posible para liberarte de esa ancla que tenés atada a los pies y no te deja progresar. A tus 37 años de edad uno pensaría que ya sos una mujer curtida y podés salir sola de esta situación, pero yo ya me di cuenta de que no. Y no me malentiendas, no te estoy subestimando. Perdoname si te hice saltearte pasos o terminar la relación por las razones equivocadas, pero era eso o esperar a que ese pelotudo te cague a trompadas y no. Disculpame pero no. Ya perdí la oportunidad de ayudar a una amiga en una situación de violencia y hay pocas cosas de las que me arrepienta más en la vida, no voy a cometer el mismo error dos veces. Creo que la vida me está dando una oportunidad para redimirme, así que no me importa cómo, pero voy a ayudarte. Estoy segura que después de lo que haga (tranquila, ahora te voy a contar, no te impacientes) tu vida va a mejorar muchísimo. Mauro es un pendejo de 23 años que no tiene idea el flor de mina que tiene al lado, o al menos no sabe cómo debería tratarte. Sos demasiado mujer para él, el problema es que vos no lo sabés. Cada vez que tomás dos o tres vasos de cerveza de más lo querés dejar, y te digo algo? está perfecto, porque un flaco que te provoca querer dejarlo cada vez que tu mente tiene un poco de libertad, no vale dos pesos. El lunes pasado laburaste todo el día, él no estuvo en el consultorio y te volvió loca para que le contestaras los 347 mensajes que te mandó. ¿Cómo no vas a querer alejarte de un tipo que no se pone contento cuando te va bien en lo que hacés, sino que, todo lo contrario, se pone paranoico y al primer mensaje no contestado ya piensa que lo estás cagando? Yo tampoco soportaría a un hombre que me dice cómo y cuándo tengo que hacer las cosas o gastar mi plata y que, como si eso fuera poco, no aporta un peso (y te genera gastos) para mantener la casa que te rompiste el lomo para alquilar vos sola cuando tu marido te dejó en la calle con tres pibes. Ese lunes no volviste a tu casa. Tampoco el martes. El miércoles tenías una resaca de aquellas y una culpa aún mayor. CULPA, Valen. Culpa por no volver a tu casa con él. Pará, pará, eso no es lo más gracioso, falta algo más. El miércoles ÉL te dijo a VOS que te daba una última oportunidad, que si faltabas una vez más en tu casa él te iba a dejar. Absurdo! 100% Absurdo! Mauro no puede estar ni 15 minutos sin hablar con vos y te amenaza con dejarte. JA! (ves lo absurdo del ultimatum? por favor decime que sí). Tal vez no te acuerdes, por las dudas te refresco la memoria con todas las razones que tenías para no volver a tu casa. La última vez que te peleaste con él te revoleó un mate por la cabeza. O había tirado tu celular al piso? O te había agarrado del cuello contra la pared? O rompió el equipo de música de tu hijo porque no quisiste ir a dormir cuando él te lo pidió? La verdad no me acuerdo cuál de todas fue la última, pero todas pasaron, y cada una de ellas es razón más que suficiente para que no quieras volver a tu casa. Pero por si eso no te parece suficiente, te recuerdo que por su culpa tus hijos se fueron de tu casa. Que llorás todos los días porque no los tenés y que sabés lo que tenés que hacer pero no podés porque te da lástima. Porque Mauro se encargó de convencerse a sí mismo y también a vos, de que sos lo único que tiene en el mundo y que si vos lo dejás él se tira por el balcón del consultorio (sí, tengo buena memoria y me acuerdo de todo lo que me contás). El tipo tiene un hijo de dos años y lo dejaría sin padre por una mina, realmente querés a una persona así al lado tuyo? Ojo, no te estoy echando en cara nada. Sé lo difícil que es salir de esta situación y es por eso que voy a tomar partido. Si todo sale según lo planeado, aproximadamente en dos o tres meses vas a estar encontrando "por accidente" en mi celular (no en el suyo porque sé que borra todo) mensajes que logren separarlos. También van a lograr que me eches, pero bueno, efectos secundarios, estoy segura de que lo valés. Te quiero Valen, querete vos también, por favor.
Te deseo lo mejor
Barbi"
Publicado por Belu.M a las 1:04
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