Tener un blog como este es como gritar en silencio. Hoy después de un mes, volví a revisar sus redes sociales. En facebook no encontré nada significativo, no puedo simplemente asumir que todos sus estados son para mí porque, además, lo más probable es que no lo sean. Twitter me dejó más impactada y de hecho, no pude evitar llorar cuando leí lo que publicó. Aquí lo adjunto.
Es una estupidez... volver a hacerme daño sólo para poder actuar bien el papel de mañana. Usamos la canción Gravity, esa que escuché tantas tantas veces cuando cortamos antes de cumplir tres años. Es frustrante no poder escapar de vos, pero más frustrante aún es ser yo la causante de ello. Este nudo en la garganta me está doliendo mucho... ya sé que no voy a volver a vos, porque simplemente no puedo volver a donde ya no tengo un lugar, la última vez debería haberlo sabido y ahorrarme el disgusto. Yo también te extraño y lamentablemente no me pasa como en la historieta de tener días en los que ni me acuerdo de vos. Vos sos un murmullo constante en la voz de mi inconsciente, pienso en vos por todo, lo quiera o no. Trato de no convertirte en un tema tabú, porque como ya me habrás escuchado decir en otras ocasiones, es peor y más peligroso de esa forma. Todo se volvería tan quebradizo que viviría con miedo de cualquier brisa que pudiera traer tu nombre de pasada. Te extraño, sé que estás bien... debés estar tan bien como yo, no al 100 % ( los dos sabemos lo lejos que nos queda el 100% ahora) pero bien... sobrevivimos, la pasamos bien, nos reimos, vivimos de distracción en distracción esperando (o no) una distracción mayor, que deje de ser una distracción y se convierta en parte de nuestra vida. Exactamente como pasó con nosotros que sin saber cómo ni cuándo de repente ya formábamos parte del otro.
Sí, mi amor, te extraño, que no te quepa la menor duda. Seguimos ligados y hasta que no descubra la llave correcta para abrir el candado que me mantiene encadenada a vos, voy a seguir extrañándote.