No envidio lo que a él le pasa con vos, podría haberle dicho, envidio lo que a vos te pasa con él.
Sus ganas de abrazarlo, de darle un beso, la sonrisa natural cuando lo ve o hace un chiste. Todo eso me resulta sanamente envidiable. Después de mucho tiempo comprendi que hasta la palabra más objetiva esconde dentro de sus fauces los rasgos más subjetivos. Entendí que a pesar de no ser hija única, no comparto ni padre ni madre con mis hermanos, que cada uno tiene un par de padres diferentes. La mamá de Lucho, por ejemplo, es muy paciente con las malas contestaciones. La mía no tanto, no le gustan esas cosas. O el papá de Fede, cuando lo ve cortar el queso sin tabla, en realidad no lo ve, o no le molesta. El mío no lo soporta y se da cuenta cada vez.
Cada uno de nosotros tiene al padre que le tocó, con la relación que se merece, o más bien, con la que pudo forjar. Cada una de estas es en vierta forma perfecta, porque es lo que pudo ser, lo que cada uno se dispuso a lograr. Por eso no existen más quejas de mi parte, sé que no es sólo su culpa. Y, a la vez, atesoro lo que tengo, que si bien es poco, no es nocivo ni tóxico y todavía se lo puede hacer crecer cada día.
Dicen que no hay que hacer diferencias con los hijos pero eso es tan estúpidos como irreal. Cada hijo es una persona diferente, y sí, con cada uno se forma un vínculo diferente. Porque si papá intentará ser conmigo lo que es con Luciano, Federico o Matías, estoy segura de que no funcionaría. Mi cuerpo lo rechazaría como sangre tipo A. Por suerte tenemos la hermosa capacidad de mutar y adaptarnos a nuestro entorno, sino sólo podríamos querer y ser queridos por esas personas que encajan caprichosamente con nuestro yo favorito. Y dije favorito porque no necesariamente es el mejor. Si fuéramos igual con todas las personas y no cambiáramos con ellos, nos quedaríamos con una única versión de nosotros mismos y nos limitaríamos a ser europeos sin saber que podíamos elegir vivir en América.
De eso se trata, de adaptarnos para poder elegir.
sábado, 8 de agosto de 2015
Diferencias
Publicado por Belu.M a las 0:43 0 susurros
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