domingo, 30 de marzo de 2014

No, domingo. No

Uno se pregunta, de repente, cómo se desmorona todo con una simple palabra? Con una simple propuesta... Si todo viene en picada se sabe, o se espera al menos, que en algún momento llegue el fondo gracias al cual podamos impulsarnos para ese salto que nos va a traer nuevamente a la superficie de la vida. Cuando venimos en ascenso, sólo esperamos más ascenso, más felicidad, más de todo lo bueno que nos viene pasando. Y por qué no? Aceptamos todas esas creencias de que lo bueno atrae lo bueno y que el ser positivos sólo nos traerá suerte y buenaventura. No podríamos estar más errados, porque como todo, la felicidad también tiene su límite. Y una vez que sentimos que lo tenemos todo, la primera falta ya nos hace sentir tan miserables. Una duda es una apuñalada a la razón y todo se vuelve cáos en un segundo. Las comidas revolotean por horas en nuestro sistema, sin decidirse, si seguir, si volver o si quedarse. La garganta avasallada por ese piquete de sentimientos que no se va a mover, no se va a mover hasta que tengan lo que piden, justicia? amor? paz?
Es tan sencillo amar, lo difícil es relacionarse.